MI HISTORIA

Desde niño jugaba con mis manos y la materia natural que me rodeaba para construir objetos, juguetes, cabañas, entre otras cosas. Era malísimo en el deporte, pero nunca me aburría cuando estaba a solas creando, inventando formas, coloreando o imaginando historias. Salía en bicicleta de mi casa y no llegaba al colegio, me desviaba a parajes naturales increíbles donde pasaba mañanas enteras sin que nadie se diera cuenta. He de decir que vivia en un lugar precioso , Costa Rica.

Construir, dibujar, modelar, clavar, cortar, colorear y explorar, eso era mi mundo de niño. Mi ancla. Todo ello aderezado con los primeros libros de Jack London que mi padre me regaló y las películas que absorbía, me inspiraron y convirtieron al mundo en un destino a descubrir, un enorme misterio lleno de magia y posibilidades. ¡El mundo era infinito!

Una familia original

Mi familia era muy original, viajera e inquieta. Esto me facilitó desarrollar una adaptabilidad increíble a las nuevas circunstancias, como podría ser cambiar de país e idioma de un día para otro.

Me fui temprano de casa. Viajé, estudié y experimenté la vida. Hacía tiempo que no veía a mi familia, así que les hice una visita. Mis padres habían iniciado un ciclo como artesanos e iban a una feria bastante importante. Después de un verano intenso, decidí relajarme unos días en su casa. Entré en el taller de mi padre y me senté. Observé lo que había disponible y creé tres esculturas con diferentes materiales. Las coloqué en varios lugares de la casa. La noche que regresaron, llevaba durmiendo un par de horas cuando mi madre me despertó. Me preguntó por las esculturas, por quién las había hecho. Le expliqué lo que había pasado y mi madre se emocionó, le encantaron. Yo no le di demasiada importancia, pero las tres esculturas se vendieron antes de un mes. Y así comencé a crear mis propias obras. Más adelante, estudié escultura en la escuela de arte de Avila y Salamanca y Hasta hoy.

¡Mi pasión por crear, que tan feliz me hizo de niño, se convirtió en mi profesión!

En el taller familiar

Durante varios años colaboré y participé en el taller familiar, donde vivimos experiencias fantásticas por todo el territorio nacional. Más adelante, inicié mi formación académica en la Escuela de Arte de Ávila y Salamanca, donde estudié varios años un módulo superior de escultura.

EMPEZAR DE NUEVO

Cerca de los treinta y dos años, descubrí que algo no funcionaba como debía en mi atención y en mi cuerpo, en cómo estructuraba mi día a día. Lo que para la mayoría de las personas era fácil y cotidiano requería de mí un enorme esfuerzo que muchas veces me generaba episodios de frustración e impotencia. Pasé unos años bastante difíciles entendiendo qué era lo que me ocurría y tuve que aprender ciertas técnicas y ejercicios para aprender a generar estabilidad y llevar una vida normal. Sobre todo, tuve que aceptarme como soy, aprender a funcionar de otra manera e ir a mi propio ritmo. Pero eso no iba a provocar que renunciara a mis sueños y anhelos, aunque fuese más despacio. Ser diferente no es un problema, es de hecho una oportunidad de ser original y hacer las cosas a tu manera. Desde entonces desarrollé mis propios hábitos de vida. Y como el acto de crear es lo más sanador para mí, fundé mi propio taller de escultura y decidí volcarme totalmente en mi creatividad.

Amo la vida y

Crear me hace tan feliz, y aunque he realizado diferentes tipos de esculturas y estilo reconozco que los elefantes me han conquistado. Hacer elefantes me hace sentir la profundidad de las cosas importantes de la vida.Si a ti tambien te gustan me entenderas.

Adelante, estas en tu casa...